Camino de Santiago (III)

Bueno la entrada a Galicia fue por la puerta grande, en el pico del O Cebreiro que estaba bastante nevado. No estoy muy acostumbrada a estos climas y menos con una bicicleta, pero sobreviví…en parte porque había una máquina quitanieves. Hubo un momento que hablando con un peregrino caminante me salí de la carretera porque el camino oficial parecia fácil y agradable, hasta que se convirtió en una cuesta super empinada y completamente nevada y resbaladiza. Fue una odisea subir la bici por ahí, incluso con la ayuda del chico que seguramente se arrepintió de haber hablado conmigo jaja. La bajada nevando fue interesante también, llegué hiper congelada a Triacastela y decidí quedarme ahí, aunque hubiera hecho sólo 20 km.

  

Al día siguiente hice un trocito del camino con un peregrino militar, vestido de militar, que ya me había cruzado anteriormente en León, así que iba cojo de la caña que se había dado caminando. Estaba haciendo una promesa por un compañero que había fallecido. Es lo que más me gusta del camino, que te permite conocer personas de toda clase, condición y profesión,  y ahora que soy más tolerante y diplomática puedo debatir sin problemas con personas que ejercen una profesión que, aunque ocasionalmente realicen tareas «humanitarias», pienso debería desaparecer para siempre de  la faz de la tierra.  Lo bonito está en poder decírselo así tal cual, con una sonrisa, y que la conversación termine sin que se enfade nadie y hasta con sentimiento de amor hacia esa persona. Suerte que soy, o estoy, tan lesbiana sino quién sabe como habría acabado la cosa jajja.

Entre Triacastela y Sarria hay dos lugares que quería conocer, el del  alquimista y «Terra do luz» o algo así, que es muy rainbow style (de hecho conocí al chico que lo lleva en un rainbow), pero al ir por la carretera justo en ese tramo me los pasé de largo.

En Sarria es donde empieza la «autopista peregrina», la parte más comercial del Camino y como tal está lleno de hoteles, parece un Lloret de Mar a lo gallego. No entiendo por qué la mayoría de gente hace esa última parte únicamente, me cuesta creer que es sólo por recibir la Compostela. Si recibir un diploma es lo de menos no?

Llegada a esta parte del viaje yo me encontraba ya un poco cansada, tanto física como psicológicamente, y si hubiera encontrado este lugar de luz, no hubiera llegado ni a Santiago. Además la geografía es bastante dura, es difícil sino imposible encontrar una recta plana, o es subida, o es bajada. También me estaba quedando sin dinero, así que aunque sonaba secretamente con un caldo gallego o con alguna comida así tipica de esas que la gente tanto habla de Galicia, lo único gallego que comí fue una lata de mejillones, y con sentimiento de culpa. Es lo que hay.

  

En Portomarín flipé con el rio Minho, eso que te quedas de repente con la boca abierta, acostumbrada como estoy a mi río Llobregat.  Conocí  en el albergue a un chico de esos cuya energía me resultaba tan familiar que le pregunté enseguida si había estado en un rainbow. Y al final resultó que sí pero que no nos conocíamos de eso sino de una tarde en Granada, dos o tres años atras, cuando yo hacía vivac en la ermita de San Miguel y él viajaba en una vieja caravana con un montón más. Me dijo que había pasado 5 días maravillosos en Terra do Luz…me quería matar jajja.

A partir de aquí tuve problemas con los frenos, precisamente porque los cambié, y claro como era la primera vez fue un desastre, porque no tenia ni idea ni he visto un triste tutorial de youtube y la bici iba frenada todo el tiempo. Subir una cuesta infinita con una bici frenada con casi 1000 kilometros a la espalda es una experiencia algo desagradable y frustrante. Suerte que una pareja muy amable del albergue me solucionó el problema.

Después de tres semanas de bastante introversión aqui empecé a interactuar algo más con la gente, como quien sabe que todo se acaba y tuve algun  encuentro especial, que me voy a reservar porque es demasiado raro para explicarlo.

Para adaptarme del todo fui incluso a misa, pero la verdad al cura no se le entendía nada, llegué a pensar que hablaba en gallego pero no. Me sorprendió la cantidad de gente que iba a misa, en Barcelona es muy raro de ver.

En Melide hice amistad precisamente con un cura peregrino, que caminaba desde Paris creo, y fue una conversación muy interesante también, tomándome la libertad de decirle lo que pensaba, por ejemplo que cada vez me siento más cerca de Jesus, o de su mensaje de amor incondicional, y cada vez más lejos de la iglesia. La verdad él me daba la razon en muchas cosas y me gustó bastante su forma de pensar. Además le encantaron las lentejas con mijo al curry que preparé en mi ollita quemada! Ah sí, porque los albergues municipales de Galicia son, en mi opinión, una caca.

A ver, están muy limpios, tienen una cocina nuevisima…pero no tienen un dichoso vaso o algo para hacerte un miserable te. Suerte que viajaba con todo el equipo y era la única que podía cocinar. Supongo que tendrá su razón de ser, pero quizá el hecho de que sea una empresa de Florentino Perez la que gestiona todos los albergues de la Xunta tiene algo que ver.

Los hospitaleros me dan la impresión que cobran, adenás seguramente poco, pero no tiene nada que ver el trato de un hospitalero que cobra, que seguramente no ha hecho el camino ni tiene idea de lo que es, con el de un hospitalero voluntario que se ha recorrido todos los caminos de todas las maneras y que te recibe con una gran sonrisa, o abrazo y comparte incluso su comida contigo. Esta es la prueba más fehaciente de lo maravilloso que es el trabajo voluntario, quién lo hace, lo hace des del corazón, y el que cobra, más temprano que tarde, lo hace por obligación.

Total que les acabé dejando una nota y todo, y una peregrina australiana me lo agradeció por hablar también en su nombre, la mayoría estaban bastante molestos con la atmósfera carcelaria de estos albergues, parecía un poco como si molestáramos.

Al dia siguiente decidí acampar, además creo que me quedaban con suerte 20 euros, después de haber comprado el billete de tren. Un chico me recomendo que preguntara al cura de Pedrouzo si podía acampar allí, y efectivamente me dejó acampar sin problemas.

Los últimos 20kilómetros se me hicieron interminables, que si sube que si baja…quería tirar la bici por un puente.  Al final llegué casi renegando a Santiago jajja…y la llegada a la plaza de la catedral fue muy rara, pues allí había tantos edificios grandes que no estaba segura de si esa era la famosa plaza, si era ese el lugar donde tenía que llorar de emoción y dar gracias a Dios, hacerme un selfie y yo que sé qué se hace allí. Pero no sentí nada, más bien tristeza y algo de soledad. Ni siquiera le pedí a nadie que me hiciera una foto, sólo tengo esta, triste y descuadrada.

Y cuando iba a ponerme a llorar, escucho de repente un grito desde la otra punta: Carmeeeeen!!!!

Y como me he hecho el camino sin ponerme las gafas hasta que no estuvieron a 1 metro no me di cuenta que era mi hermanito Brasileiro, el vasco y su perrita Bimba. Qué ilusion!!!Hacía unos días que les había perdido la pista. Fuimos a buscar nuestras respectivas Compostelas, y despues Haitz fue a buscar la compostela de la perrita, que hay una asociacion de animales que las da.

Fue almenos un final digno y emotivo, con mis dos mejores amigos del camino.

 

Pero esperad que lo más divertido viene ahora. Si quieres hacer el camino en bici te estarás preguntando:  ¿y cómo se trae la bici de vuelta?

Bueno, la mayoría de bicigrinos, todos con un mínimo de dinero, entrenamiento y material,no como la cutrelerenda esta, se la mandan por Seur o una agencia de transportes especializada, por 40 o 50 euros la tienes en casa y puedes irte tranquilamente en avión. En algunos buses también la puedes llevar sin mucho problema y luego está…el tren.

Uno pensará que no hay nada peor que Ryanair a la hora de embarcar equipaje, pero se equivocan. Lo peor es Renfe, con una bici. Yo me fui una horita antes a la estación muy tranquila con un cacho de plástico de 4 metros de los chinos, una caja de carton de la basura por si las moscas y un rollo de celofán dispuesta a empaquetar la bici en un plis plas pero todo se empezó a complicar de mala manera…para empezar ya no me dejaron entrar con la bici desplegada al andén, me mandaron a empaquetarla afuera, un hombre se ofreció a ayudarme porque le di pena. Me empecé a poner nerviosa a medida que se acercaba la hora de salida pero cuando ya tenía la rueda delantera desmontada y todo más o menos listo para embalarlo, me viene la empleada de Renfe, a la que yo antes me habia intentado ganar sin éxito con una gran sonrisa, con un metro diciendo que me sobran 30 centimentros que tengo que quitarle la rueda de atrás también, y creo que hasta los portaequipajes y el guardabarros. Crisis nerviosa total, faltaban 5 minutos, tenía exactamente 3 euros y 60 céntimos en el bolsillo y 15 céntimos en la cuenta bancaria.

Cuando ya la iba a abandonar ahí mismo porque tenía que estar en Barcelona al día siguiente sí o sí…al ángel que me ayudaba, José, se le ocurrió llevarla a un taxi, le dió 10 euros,y el taxista se la llevó a saber donde. No esperaba verla nunca más, pues no parecía muy simpático ese hombre y le iba a cobrar al recogerla a saber cuánto.

«Desapego» pensé. «Quizá la bici ya cumplió su función, no pasa nada, el dinero viene y va, es una bici de 150 euros del Wallapop, no es un perro, puedes abandonarla sin problemas. De hecho quizá es una prueba para tu evolución espiritual y toda la palabrería barata que sueltas todo el tiempo contra el materialismo». Le di las gracias encarecidamente a José que se ha convertido en un buen amigo y me limité a disfrutar del viaje en tren con paisajes espectaculares en la parte gallega y gente bastante simpática, al contrario de otros trenes.

Llegué a casa de mi madre como siempre con pintas extremas de vagabunda, una gran sonrisa, 30 céntimos en el bolsillo, un casco de bici pero sin bici, media alforja en una mano, la tienda de campaña en la otra y un extraño sentimiento de felicidad y plenitud. Parecía que había estado de viaje 3 años.

Cuando me fui pensaba que algo mágico iba a pasar en este camino, que iba a encontrar a mi alma gemela, la última verdad…quizá lo encontré y no me di cuenta. Quizá me aprendí a amar un poquito más, a mí y a todos los seres de esta realidad.

 

PD: José me llamó unos días después diciendo que mi bici está sana y salva, no me ha querido decir cuánto le cobró el taxista por recuperarla. La verdad, no sé como devolverle todo lo que ha hecho por mi, como mínimo echarle una mano en su finca si me deja! La ha llevado al taller y la va a a disfrutar hasta que pueda pasar por su casa a recogerla, más de cara a la primavera, en un pueblito de mar cercano a Finisterre. Curioso, me quedé con las ganas de llegar hasta Finisterre y seguir por Portugal.

Definitivamente, todo pasa por algo 🙂

Gracias gracias gracias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

/

 

 

13 comentarios en “Camino de Santiago (III)

  1. Yo también te mando mucho amor…que vivir sin presión es lo que tiene, mucho amor y hala ve a casa de mama, que suerte que trabajaron y te dieron estudios para que estrujes el cerebro con el paz y amor…pero los hospitales…los pagamos otros…y dejad el vegetarianismo, veganismo y esas vainas, que 1000 millones de personas en el mundo pobre se mueren y trabajan y pasan hambre para que tú, yo y este mundo de Occidente vivan así de bien y con esas elucubraciones del que no tiene en que pensar

    Me gusta

    1. Suerte que medito, otra te habia mandado a freir esparragos ya jajja. Hay muchas formas de aportar al bienestar ajeno aparte de pagar impuestos que van también a otras causas menos nobles, pero no hay mas ciego que quien no quiere ver. Se nota tanto que juzgas desde la ignorancia, también con respecto a la «vaina» del vegetarianismo, que no puedo más que seguir sintiendo compasión por ti. Quien es realmente feliz no se molesta con la felicidad ajena.

      Le gusta a 1 persona

  2. Me encantan tus historias,yo también hice el camino y fue una mezcla de tristeza y alegría.Me di cuenta de lo poco que necesito para ser feliz pero también me pareció un poco «parque temático». Pero me compensó mis ratos de soledad buscada y los poquitos peregrinos que de verdad comparten y te llevan de la mano cuando lo necesitas.
    Sigue viviendo tu vida tan de verdad y sé feliz.
    Besos desde Bilbao

    Le gusta a 1 persona

    1. Sii esta tan comercializado que seguramente ha perdido parte de su esencia…pero aún tiene un no se qué y estoy segura que se puede incluso devolver algo de esa esencia, por ejemplo haciendo de hospitalera voluntaria. Abrazos para Bilbao!! Estoy secretamente enamorada del pais vasco 🙂

      Me gusta

  3. Continuando…decia un chino empresario que lo malo de los Estados de bienestar es que el que no quiere no trabaja…si los politicos nos roban en España al menos tenemos muchas cosas que en algunos paises que conozco ni sueñan …

    Me gusta

  4. Hola. que bien vivis los hippies en los Estados de bienestar y aun os quejáis. Europa se ira a la porra. Menos mal a los extranjeros. En fin. A vivir del cuento que son dos dias. No devolvais nada a los padres ni a la sociedad que cuesta mucho

    Le gusta a 1 persona

    1. Europa se irá a la porra (que habrá que empezar a venderla sin UK…a ellos tampoco les importa mucho, parece ser) y, muy posiblemente, el resto del mundo…detrás o delante…el abuso de recursos naturales y energéticos, la contaminación, destrucción de la fauna y alteración del ecosistema, la avaricia y corrupción de los que nos gobiernan, el paro, los contratos basura, la economía que no levanta cabeza y amenaza con nuevas recesiones, y Erdogan y Siria, Al Asad, Lesbos, Malawi, Zaatari, ISIS, Al Qaeda, Boko Haram…y también Trump….los maristas pederastas, la violencia de género, etc. y, de ninguna de esas cosas, son ni serán responsables los hippies…y lo dice alguien que, desde los 18 años, cotiza «religiosamente», sólo ha faltado dos días a trabajar por una operación y vota cada cuatro años, es decir, nada sospechoso de ser hippie…
      P.D.: Que si el mundo se nos va a la mierda, que al menos nos pille soñando, riendo, follando, como un «hippie» y no contribuyendo a un sistema injusto e inmoral…puestos a elegir…

      Me gusta

  5. Gracias, gracias, gracias, alma bonita! Te podrá parecer mentira pero la lectura de tu entrada me ha proporcionado una extraña paz interior…he parado para leerte, cinco minutos, en mi trabajo («súper importante» trabajo de gestión y asesoramiento empresarial del que me siento más cansado cada día), he respirado…y las cosas me han parecido menos «súper importantes» y me he sentido aliviado. Mantén viva la sonrisa y tu paz por los que somos menos valientes que tú!

    Me gusta

    1. ay vicente a mi me pasa lo mismo con tus comentarios..siento una paz..que luego leo los demás comentarios y sigo sintiendo paz jajja 🙂 gracias! Por cierto yo pensaba que eras informatico jajja ya te pediré asesoramiento para mi futura empresa de sonrisas 😛

      Me gusta

Comparte tu opinión o experiencia